EL MALTRATO ANIMAL
El maltrato animal se puede definir como el conjunto de
comportamientos que causan dolor innecesario o estrés al animal. Aún así, hay
debate sobre esta definición. Algunos consideran maltrato la simple crueldad a los animales, mientras que otros incluyen el sufrimiento
infligido por otras razones, como la producción de carne, la obtención de
piel, los experimentos científicos con
El maltrato animal puede ser de diversas formas:
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Con finalidad lúdica: “Espectáculos” en los que un
animal muere o sufre. Por ejemplo, las corridas de toros, la caza del zorro,
las peleas de gallos, etc.
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Con finalidad científica: Experimentos en
animales para aprobar medicinas, comprobar efectos secundarios etc. Cada año,
millones de animales son mutilados, intoxicados, electrocutados y quemados en
experimentos. En tan solo los Estados Unidos, 64.000.000 de animales mueren
anualmente en esos experimentos médicos.
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Abandono de animales domésticos: Se puede considerar
como un maltrato si consideramos que en la calle, rutas, terrenos baldíos y/o
encerrados, los animales no pueden proveerse por sí mismos de comida, agua,
abrigo y protección de su salud.
Existen aproximadamente más de 400
millones de perros callejeros. La mayoría de los animales abandonados en España
son recogidos por protectoras de animales o ayuntamientos. Entre estos animales
el abandono se produce en mayor medida entre perros (76%) y gatos (24%).
Una
persona que abusa de un animal no siente empatía hacia otros seres vivos y
tiene mayor riesgo de generar violencia hacia otras personas. Amenazar con
lastimar al animal de compañía puede ser una forma de violencia sicológica que
se utiliza contra el niño para que se “porte bien” o como una forma de mantener
en secreto algún tipo de abuso al que éste está siendo sometido. Según los
especialistas, protagonizar u observar actos de crueldad pude llegar a ser tan
traumático como ser víctima de abuso físico y, por lo tanto, es altamente
probable que el niño presente un alto riesgo de convertirse en padre abusivo,
quien a su vez puede producir otra generación de niños violentos.
Por
lo tanto, llegamos a la conclusión de que hay necesidad integrar la protección
animal para prevenir el maltrato a los animales y su posterior transformación
en violencia social.
Un
ejemplo de maltrato animal, concretamente de abandono, es el siguiente:
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