LA LOMCE: EL CUENTO DEL LOBO
Algo que me llama
la atención, sobre las defensas que he visto de la nueva ley educativa, es que
simplemente se limitan a cargar contra la calidad educativa del sistema
español. Su argumentación se reduce a: como los estudiantes españoles sacan
bajas notas, en exámenes calificativos como los del informe pisa, necesitamos
la LOMCE, pero pocas veces entran a valorar los cambios de dicha ley.
Para entender las
medidas que introduce la ley tenemos que remontarnos varios años atrás. Durante
los años 60 el capital privada comienza a no tener los suficientes beneficios,
y es entonces cuando ve la necesidad de buscar nuevos mercados de los que
obtener capital. Este tipo de políticas empezaron a introducirse en latinoamerica, y, se basaban en la
elitización, mercantilización y privatización de los sistemas educativos
públicos. (la historia de como se han ido planeando este tipo de políticas
neoliberales es bastante larga, y, no quiero entrar a analizarla más afondo
porque este no es el objetivo del artículo. La idea de esta introducción es que
sepamos que la LOMCE no viene de la nada. Si alguien está interesado en saber
algo más que busque sobre los encuentros de Lisboa y de la Sorbona del EEES, y,
la Estrategia Universidad 2015).
Un hecho que delató
las intenciones de la ley fue que no se consultara a los organismos de
representación de la comunidad educativa, y, que los únicos consultados fueran
la asociación de padres católicos y la confederación de colegios concertados.
A mi entender las
medidas de la LOMCE pueden ser clasificadas en tres grandes bloques:
MEDIDAS
ORIENTADAS A LA PERDIDA DE LA DEMOCRACIA INTERNA
Si ya de por si la
democracia en los institutos es algo escaso, con la LOMCE se pierden cualquier
espejismo democrático existente. Los consejos escolares pierden su carácter
decisivo, para tener una función consultiva. Las decisiones del centro recaen
en el director que pude ser aconsejado por “expertos” (la ley no deja del todo
claro quienes son esos “expertos” pero podemos imaginarnos por los intereses de
quienes velarán).
Por otro lado, que
la asignatura de religión cuente para la nota, que el itinerario de esta lo
fije la conferencia episcopal y que halla un endurecimiento de la
“alternativa”, supone un adoctrinamiento católico. Dificultar la libertad de
culto es una medida, a mi juicio, medieval.
SALIDA DE MANO
DE OBRA BARATA
El modelo
productivo español a demostrado ser incapaz de dar salida a mano de obra cualificada,
ya que está basado en el “ladrillismo” y el turismo, y, tiene una escasa
industrialización. Ante esto surge la necesidad de hacer que un mayor número de
estudiantes dejen de estudiar, para incorporarse al mercado laboral a ocupar
precarios puestos de trabajo. Para esto se hacen las siguientes medidas:
Se establecen las
revalidas como supuestos mecanismos de evaluación. Personalmente no los
considero mecanismos evaluativos, ya que entiendo que la educación es un
proceso en el que se parte de un punto en el que sabes menos para llegar a un
punto en el que sabes más, y, como proceso que es la educación, no se puede
centrar su evaluación en un solo día.
La PAU
(selectividad) se elimina en pos a pruebas personales que diseñan cada
universidad. El criterio de evaluación no será el mismo en la comunidad
autónoma si no personal de cada universidad.
Divide al alumnado,
desde edades muy tempranas, en clases de “buenos” y “malos”. Existe un consenso
entre la comunidad educativa internacional, y es que el nivel educativo del
estudiantado está fuertemente ligado a la posición socio-económica de las familias y que cuanto antes ocurren
estas divisiones mas aumenta la brecha entre “buenos” y “malos” estudiantes.
Podemos decir que esta medida tiene como objetivo una segregación sociológica.
Por otro lado, para
conseguir uno de los grandes objetivos de esta ley, acabar con el fracaso
escolar, se introduce el título “Certificado de estudios cursados”. Este es una
gran medida para conseguir que los estudiantes no dejen las aulas, ya que
verifica que has estado yendo a clase pero que no has superado los contenidos.
Nótese la ironía en este párrafo.
La elección entre
bachillerato o FP se adelanta a los 15 años, teniendo que tomar una decisión
tan trascendental en tu vida, con la madures y claridad de ideas propia de un
niño de esa edad. Por otro parte, se crea la llamada FP básica para estudiantes
de entre 15 y 17 años con dificultades de aprendizaje, es decir, orientados a
un mercado laboral precario.
Además la LOMCE no
garantiza la gratuidad de los niveles superiores como el bachillerato,
poniéndole una traba más para estudia a las personas de las clases populares.
INTERPRETACIÓN
DE LA EDUCACIÓN COMO UN NEGOCIO
Aparte de que la
ley está plagada de términos económicos como rentabilidad y eficiencia, el
texto “entiende como sistema educativo español, el conjunto de agentes públicos
y privados”.
Políticas concretas
de la ley que interpretan la educación como negocio:
El ministro Wert
tiene una visión curiosa de que es mejorar la calidad de la educación, es por
esto por lo que la ley propone la reducción de financiación pública de la
educación. En consecuencia busca otras fuentes en inversiones privadas, las
cuales no creo que paguen por caridad cristiana, ¿no?
La asignaturas que
se eliminan curiosamente no son rentables desde el punto de vista empresarial,
no quiero decir con esto que se este subordinando el contenido educativo a
intereses del mercado. Nótese una vez más la ironía.
Los contratos con
los centros privados, los cuales también son empresas, pasan de ser de cuatro
años a ser de seis.
A partir de las
notas de las revalidas se crea una lista de centros, según su puntuación.
Dependiendo de la posición en el “ranking” tendrán más o menos financiación. Se
abre la posibilidad de que los centros dejen de ofertar modalidades de
bachilleratos, creándose centros de excelencia y centros de “gente del montón”.
Se abre la
posibilidad de que se creen centros privado “según la demanda social”, algo que
queda bastante ambiguo.
Además las
prácticas de las FP se harán en empresas privadas con remuneración cero o muy
precaria.
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