lunes, 21 de abril de 2014

Marcha de la dignidad (Francisco José Gerena)


Crónica “Marchas de la Dignidad 22-M”

Este sábado tuvieron lugar, en Madrid, las marchas de la dignidad. Estas consistían en nueve columnas que partían desde distintos puntos del estado hacia la capital, para protestar por los recortes y el secuestro de la democracia que estamos sufriendo.

Al igual que mucha gente, no hice la marcha entera por motivos más que obvios (estudios), pero, me incorporé a la columna andaluza en la última etapa.

Los tres autobuses que partieron de Cádiz salieron a las once de la noche. Tras varias horas de trayecto llegamos a Getafe, punto donde comenzaba la última etapa, a las nueve. Desde las nueve a las diez, no paró la llegada de personas para partir hacia Madrid. A las diez menos diez llegaron los compañeros que habían hecho la marcha entera. Una gran ovación, por parte de quienes nos encontrábamos allí, les recibió.

A las 10 comenzamos la caminata hacia Madrid. Entre la gente se podía palpar la emoción, y, es que ya de por sí la columna andaluza era una manifestación multitudinaria. Uno de los momentos emotivo que vivimos fue cuando, llegando al parque de bomberos, nos recibieron con todas las sirenas y aplaudiéndonos. También, fueron muchos los docentes de hospitales que abandonaron su puesto para apoyarnos y recibirnos.

Muchos de los coche que nos veían pasar pitaban y sacaban el puño en señal de apoyo. Conforme íbamos pasando por los barrios populares, muchos de los vecinos se asomaban para animarnos, se vieron muchas tricolores y alguna que otra andaluza, las cuales veíamos y respondíamos con gran entusiasmo.

Cuando recién acabábamos de llegar a Madrid, una mujer que se asomó al balcón, no pudo contener la emoción, de ver a tantos andaluces desplazados hasta la capital para exigir lo que es lógico, y rompió a llorar. La mujer fue acogida por los manifestantes con un cálido aplauso.

A las tres, paramos para descansar hasta las cinco, hora en la que la manifestación, ya de todas las columnas, saldría de Atocha.

Llegué a Atocha a las cuatro y media y ya no cabía ni un alfiler. A las cinco, comenzamos a movernos entre gritos y consignas. Llegaríamos a Colón a eso de las ocho, la manifestación había sido todo un éxito, habíamos colapsado Madrid. La situación no era para menos ya que, fuentes como la sexta, que no es que sea precisamente una cadena propagandística de la izquierda, hablaban de dos millones de manifestantes.

Lamentablemente, antes de que acabara el acto final, la policía irrumpe en Colón a base de palos. Venían a dispersar no se que disturbios, porque el animo de la gente era totalmente pacífico. Probablemente, aquellos disturbios fueron provocados por los muchos secretas infiltrados como “radicales anti-sistema” ya que todo formaba parte de el siguiente plan. Creamos disturbios con los infiltrados, empezamos a cargar, la gente, que ya suficiente está aguantando con la gran estafa que llaman crisis, se defenderá. Posteriormente, con la ayuda de los medios de “des-información”, reducimos una protesta multitudinaria de dos millones de personas (cifra que dejaremos en cincuenta mil para redondear), en meros disturbios de radicales anti-democrático. Por supuesto estos radicales no tendrán nada que ver con los demócratas venezolanos y ucranianos, que quede claro.

Lamentablemente, lo que parecía la jornada perfecta de lucha acabó así, con Madrid en estado policial y multitud de detenidos. Por suerte, su represión no nos parará, porque los que no tenemos nada, solo podemos perder las cadenas.

Podrán cortar las flores, pero no podrán detener la primavera.  


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